La verdad por sobre la tristeza: cuatro embarazadas asesinadas antes de dar a luz

“Pensamos esta actividad junto a Abuelas porque nos parecía que por distintos motivos estas historias de Dora Elena Vargas, Olga Lilian Vaccarini, Hilda Margarita Farías y Liliana Beatriz Girardi, todas embarazadas cuando fueron secuestradas y asesinadas antes de parir, no habían tenido mucha difusión, y en este momento que prosperan discursos de odio, de violencia, de negación creímos que era un humilde e importante aporte en la lucha de Memoria, Verdad y Justicia. Este patio y éstos foquitos de los encuentros nos motivan, pero también y pensando en nuestra historia como país compartimos que esa luz, es una luz alimentada por la búsqueda, por el trabajo de muchos años de muchas personas, organizaciones e instituciones. Después del reclamo histórico de aparición con vida siguieron los de Memoria, verdad y justicia, lo que estamos haciendo es tratar de honrar a estas víctimas y la verdad de lo que pasó con ellas; y en ese sentido Argentina es un ejemplo a nivel mundial. Sin meterme en ámbitos que no me corresponde pensaba lo importante que es para cerrar ciclos, para hacer duelos, para seguir adelante poder llegar a la verdad, aunque como en este caso sea tan dolorosa. Y entonces esto también sería acompañar este “cierre individual” que tiene cada familiar, cada compañerx, cada persona que trabajó para llegar a este final y traspolarlo a la sociedad; tratar así de ir reparando este gran trauma social, que claramente nos aqueja al día de hoy. El terrorismo de Estado, en su estado más puro quiso condenar a la sociedad, a cada unx de nosotrxs a la perversión de la incertidumbre infinita, de la búsqueda eterna; del delgado límite entre lo real y lo infernal. Todo lo logrado por los movimientos y las instituciones va a transmutando de este designio perverso. Y creemos en este ritual como parte de ello. Obviamente querríamos estar celebrando otras conquistas y no retrocediendo en lo discursivo como se nos obliga, pero bueno si hay algo que aprendimos también es a perseverar, buscar otras maneras. Entonces más allá del encuentro de hoy, del homenaje, este foco, estas compañeras, sus historias, estas flores que las honran serán una huella de su presencia y como tales herramientas pedagógicas para cada unx que recorra este espacio desde el martes que viene. Este llegar a la verdad también es de alguna manera, mirar a los dolores más profundos a la cara, pero también sabemos de eso, y sabemos que es la manera de duelar, de sanar. Y eso son los juicios aunque implique miles de horas de testimonios que calan hondo en el cuerpo. Pensar las frases como “algo habrán hecho” y tener herramientas para desandar ese argumento, desde la simpleza ver si eso que pueden haber hecho justifica esta crueldad. Agradecer a Abuelas porque sino fuera por ellas y su tenacidad; junto a la de todo el movimiento de derechos humanos hoy no existirían las políticas públicas, ni la CONADI, ni el EAAF, trabajos claves en la resolución de estos casos. Entonces y después de mirar a estos dolores a la cara, decimos toda esa energía que estaba en esta búsqueda hoy puede nutrir nuevas esperanzas, nuevos encuentros, nuevos abrazos. A redoblar el esfuerzo porque seguimos creyendo en otros mundos posibles y lograrlos depende de cada unx de nosotrxs. La Choni siempre decía que quería encontrar a su nieto antes de irse a vivir a las estrellas y estamos convencidxs que ella hoy es una estrella, ¿cómo no serlo si lo era ya acá entre nosotrxs? Con su brillo y con su luz que nos guió siempre, pues lo seguirá haciendo, acompañada de toda esa multitud de estrellas de madres, abuelas y compañerxs”.

María E. Cristina, directora del Archivo de la Memoria