Pedagogía de la Memoria
Los Espacios para la Memoria son territorios conquistados para el ejercicio colectivo de la reflexión, no sólo sobre el pasado reciente -y particularmente de la funcionalidad de los Centros Clandestinos de Detención en ese contexto- sino sobre las tramas del presente que se vinculan a una memoria colectiva, con la identidad, con los procesos políticos de construcción cotidiana de la democracia.
En este sentido, desde el proyecto de las Áreas de Pedagogía de la Memoria pensamos en los Espacios para la Memoria como dispositivos que contemplan también la complejidad de lo social, como espacio público donde puedan reunirse los visitantes para dialogar y compartir sus narraciones: habitar el espacio con la palabra, conquistarlo, sacar el cuerpo del lugar de la referencia del horror y posicionarlo en un encuentro de subjetividades y experiencias: un encuentro de memorias.
En este camino hacia la construcción de una pedagogía de la memoria proponemos trabajar desde una perspectiva de diálogo y de circulación de la palabra. Esto supone un rol activo de los sujetos en la construcción del saber, un necesario posicionamiento con una apertura a las preguntas inquietantes, necesarias y un concepto de memoria donde el pasado se convierte en principio de acción de las prácticas cotidianas, recurriendo a las lecciones de la memoria para construir nuevos horizontes de interpretación frente a las demandas que se producen en la actualidad.
El trabajo que se abre desde esta propuesta pedagógica es una invitación a conocer, investigar, pensar y discutir sobre la pertenencia a ese tiempo reciente, que no deja de habitar nuestro presente es presente también; y es una invitación a ejercitar la construcción de puentes de sentidos, herramientas de análisis y nuevos interrogantes.
Uno de los ejes centrales que orientan nuestro trabajo es la promoción de los derechos humanos como herramienta de fortalecimiento de la democracia. Consideramos fundamental generar espacios de debate sobre las prácticas políticas pasadas y actuales, así como reflexionar y desenmascarar las relaciones entre el conocimiento y el poder, para construir un cotidiano democrático en el cual se respeten las diversidades y se permitan los disensos.
El trabajo de educación en los Sitios de Memoria parte de la profunda memoria literal, propone un uso ejemplar de la memoria. Sostiene que: (...) sin negar la propia singularidad del suceso, decido utilizarlo, una vez recuperado, como una manifestación entre otras de una categoría más general y me sirvo de él como de un modelo para comprender situaciones nuevas (…) abro ese recuerdo a la analogía y a la generalización, construyo un exemplum y extraigo una lección.
El pasado se convierte por tanto convicción de que lxs niñxs, jóvenes y adultxs piensan su realidad, se interesan por ella y por su situación en ella.
Nuestra tarea como integrantes del equipo de Pedagogía tiene como eje central fomentar interacciones donde esas visiones del mundo encuentren sus formas de expresión; se contextualicen con la historia de otrxs, adquiriendo así densidad histórica y un lugar en la trama social que lxs involucra.