Hallazgos para el Nunca Más

El 26 de septiembre de 2025 el Juzgado Federal nro 3, a cargo del Dr Vaca Narvaja, confirmó el hallazgo de restos óseos en los campos de la Guarnición Militar La Calera (actual Reserva Natural de la Defensa) en el marco de la causa conocida como “Averiguación de enterramientos clandestinos”.

Luego de 20 años de investigación en la zona circundante al Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio La Perla, gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y del geólogo Guillermo Sacripanti de la Universidad Nacional de Río Cuarto, se logran hallar restos que coinciden con la hipótesis de búsqueda de personas desaparecidas durante la última dictadura cívico militar.

Pruebas testimoniales y documentales, recogidas a lo largo de la instrucción de la causa judicial, indicaron que en los campos de la Guarnición Militar se habrían producido grandes movimientos de suelo para el año 1979, destinados a la exhumación de cuerpos con maquinaria para su ocultamiento. En base a esta hipótesis, a partir del análisis comparativo de imágenes aéreas y satelitales correspondientes a 1979, 1978 y 1976, pudieron detectarse rasgos de interés para la exploración en distintos sectores. Hace unas semanas, en estos lugares comenzaron los trabajos de excavación arqueológica y se dieron a conocer los primeros hallazgos fruto de esta nueva campaña de búsqueda.

Se presume que los restos humanos encontrados serían de personas desaparecidas que estuvieron cautivas en el Centro Clandestino “La Perla”, lo que se confirmará a partir del análisis forense de los mismos.

Qué fue La Perla

El Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) “La Perla" fue uno de los principales Centros de exterminio a la oposición política durante la última dictadura cívico-militar. Entre 1976 y fines de 1978, bajo la órbita del III Cuerpo de Ejército comandado por Luciano Benjamín Menéndez, alrededor de 2500 personas víctimas de desaparición forzada padecieron el cautiverio en este lugar.

Tal como pudo comprobarse en distintas causas judiciales sustanciadas en nuestra provincia, la mayor parte de las víctimas, luego de padecer el cautiverio y la tortura sistemática en La Perla, fueron sacadas del Centro Clandestino para ser asesinadas en los campos circundantes, siendo sus restos deliberadamente ocultados.

En 2014, gracias a Andrés Quiroga, vecino de La Ochoa que declaró haber visto cadáveres cuando era niño en los hornos de cal cercanos a su casa, pudieron ser recuperados e identificados por el EAAF los restos de cuatro militantes de la Juventud Universitaria Peronista desaparecidos en 1975: Lila Rosa Gómez, Luis Agustín Santillán, Ricardo Enrique Saibene, Alfredo Felipe Sinópoli. De esta manera, se comprobó que el territorio de la Guarnición Militar La Calera fue utilizada para cometer crímenes de lesa humanidad, incluso con anterioridad al golpe del 24 de marzo de 1976, en el marco del terrorismo de Estado que desde 1974 -a partir del Navarrazo- se ejerció en la provincia de Córdoba.

Con la puesta en funcionamiento del CCDTyE “La Perla" en marzo de 1976 -engranaje central de la maquinaria genocida destinada a perseguir, secuestrar, torturar, asesinar y desaparecer personas- y de “La Perla Chica” en Malagueño, el uso del territorio del Ejército para la ejecución del plan criminal se expandió y acrecentó mucho más allá de los edificios que delimitaban los Centros Clandestinos. Todo el territorio de la Guarnición Militar, bajo control del Ejército, fue utilizado para perpetrar crímenes atroces cuyos efectos permanecen hasta la actualidad.

Así lo indicó el testimonio fundamental de José Julián Solanille, baqueano de la zona que recordaba ya en tiempos de la CONADEP cómo los campos del Tercer Cuerpo estaban llenos de pozos con cadáveres, lo que fue confirmado por otros testimonios de lugareños, sobrevivientes, ex militares y gendarmes colectados en la causa.

Hacia 1979 el Centro Clandestino La Perla dejó de funcionar como tal y pasó a ser sede del Escuadrón de Exploración de Caballería Aerotransportada 4ta del Tercer Cuerpo de Ejército. En ese año las denuncias internacionales sobre las violaciones a los Derechos Humanos de la dictadura se acrecentaron y cobraron mayor visibilidad. En septiembre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitó nuestra provincia con la finalidad de recolectar pruebas y realizar averiguaciones. En ese contexto, distintos testimonios señalan que se habrían producido exhumaciones en los campos de la Guarnición Militar utilizando maquinaria pesada con la finalidad de remover y trasladar los cuerpos que se hallaban en los campos circundantes.

Todos estos elementos son parte de la causa “Averiguación de enterramientos clandestinos” a cargo del Juzgado Federal Nº 3 de Córdoba, en la que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) es perito, con la finalidad de aportar su experticia en las investigaciones vinculadas a la búsqueda de personas desaparecidas durante la última dictadura en todo el territorio provincial.

En mayo de este año, la constitución como querellantes de un grupo de familiares de desaparecidos que padecieron el cautiverio en La Perla dio un nuevo impulso a la causa. Ahora la novedad de los hallazgos renueva las esperanzas de encontrarlos. Además, señala la imperiosa necesidad de proteger la Reserva Natural de la Calera como territorio fundamental para la preservación de la memoria, el ambiente y la vida de todos los cordobeses.

Cómo sigue el trabajo

El trabajo de los forenses se desarrolla en varias etapas, desde la investigación preliminar, a la exhumación arqueológica y el trabajo en laboratorio para el análisis de los restos y evidencias asociadas.

Actualmente se están desarrollando los trabajos de excavación, en una campaña en territorio que tendrá una duración de más de dos meses y que apenas iniciada ya arroja resultados. Aún hay mucho camino por recorrer. Los restos hallados en las excavaciones serán analizados y los resultados del trabajo se irán dando a conocer paulatinamente por el Juzgado Federal Nro 3.

Esta es la primera vez que se logra encontrar restos asociados a las inhumaciones clandestinas ejecutadas en los campos de la Guarnición Militar La Calera que, como se ha acreditado en distintas causas por delitos de lesa humanidad, fue el destino mayoritario de las personas cautivas en La Perla que aún permanecen desaparecidas.

Una vez finalizada la etapa de la excavación arqueológica, todos los restos y evidencias encontradas son estudiados minuciosamente en el laboratorio, donde se analiza si es posible extraer muestras de ADN para poder cotejarlas con el banco de datos genéticos, identificar a quiénes pertenecen y restituirlos a sus familias.

Los desaparecidos nos faltan a todos, su búsqueda nos convoca.

La noticia del reciente hallazgo no sería posible sin el aporte de distintos actores judiciales e institucionales, del gobierno de la provincia de Córdoba, del colectivo de querellantes, de la Universidad Pública, de los Organismos de Derechos Humanos y de personas que con valentía comprendieron que todos tenemos algo para aportar a la búsqueda. Persistir hasta encontrarles y así terminar con el siniestro pacto de impunidad y silencio que aún hoy sostienen los genocidas, porque ellos saben dónde están y qué hicieron con los desaparecidos y los niños apropiados.

A casi 50 años del inicio de la última dictadura cívico-militar, todos necesitamos encontrarles para poder duelar a las personas desaparecidas y reparar en la medida de lo posible las heridas que siguen abiertas.

En un contexto de circulación de discursos que niegan lo ocurrido, las evidencias de los crímenes atroces perpetrados aparecen nuevamente para decirnos que Memoria, Verdad y Justicia son pilares fundamentales para la construcción de un país donde ninguna persona sea tratada por el Estado con crueldad, esa crueldad con que se perpetúa la desaparición forzada y que pretende nuevamente tender un manto de olvido y de silencio.

“Los desaparecidos nos faltan a todos”, decía aquella campaña de difusión convocando a la sociedad a participar de las audiencias orales de los juicios por delitos de lesa humanidad realizada por HIJOS, Familiares y la UNC. Hoy es necesario retomar esta consigna, porque esta búsqueda nos involucra a todos como sociedad.

Tu participación es importante

➔ Si tenés información que pueda facilitar la búsqueda tu aporte es fundamental.

➔ Si sos familiar de una persona desaparecida entre 1974 y 1983, te invitamos a acercarte a aportar una muestra de ADN para el banco de datos genéticos. Contar con estas muestras es lo que hace posible la identificación de los restos.

COMUNICATE CON:

La Secretaría de Derechos Humanos, Trata y Género del Juzgado Federal N°3, al teléfono 4334772 de 7:30 a 13:30 horas.

Campaña de identificación de víctimas de desaparición forzada (1974-1983): EAAF. Guia de preguntas para familiares.