Teatro por los Derechos Humanos, la memoria, la verdad y la justicia

Desde el APM, con la intención de promover la reflexión sobre cómo fue posible el terrorismo de Estado en nuestro país, abrimos las puertas a la obra “Desde el altillo, historia de un exilio”

Las narrativas de las víctimas y de los y las sobrevivientes del terrorismo de Estado son fundamentales para la construcción de un relato que contenga, posibilite y explique a los Sitios de Memoria. Su dimensión es total, congregando varios niveles de realidad, componiendo un contenido heterogéneo. Este conjunto de fragmentos son el testimonio, la "memoria previa necesaria" que posibilita el nacimiento de los Espacios de Memoria.

Hay fechas que nos marcan y nos iluminan: 10 de diciembre de 1983. Hay territorios y hay mapas que se van trazando en el territorio de la patria. Hay 41 años de democracia.

Y también, hay juicios por Delitos de Lesa Humanidad. En este 10 de diciembre de 2024, en Córdoba se está desarrollando el 15° procesos que se realiza en nuestra provincia: “Cornejo, Antonio Sebastián y otros”, donde se juzga a un ex integrante de la justicia federal que actuó durante la dictadura. Se trata del ex secretario penal Carlos Otero Álvarez quien es juzgado por 94 hechos de abuso de autoridad, incumplimiento de deberes de funcionario público y omisión de dar cuenta ante autoridades competentes de detenciones ilegales.

Desde el APM, con la intención de promover la reflexión sobre cómo fue posible el terrorismo de Estado en nuestro país abrimos las puertas para a la obra “Desde el altillo, historia de un exilio”. Teatro “documental” y “autobiográfico” en donde confluyen la actuación, el teatro de objetos, y el lenguaje audiovisual. Una puesta en escena que cuenta la experiencia de vida de la actriz en las peripecias que, como niña, tuvo que vivir junto a 25 miembros de su familia, abandonando el país de origen para comenzar un largo camino hacia el asilo-exilio político en Ciudad de México.

Un altillo, un viaje hacia lo desconocido, un nuevo lugar, un juguete, otro comienzo, una nueva despedida ¿otro exilio?… Una historia fragmentada como la que muchos niños y niñas transitaron durante la dictadura argentina, que se repite una y otra vez como un deja vú en otros lugares del mundo.

Un dato: en abril de 1975 en la D2, Carlos Otero Alvarez vio destrozado por la tortura a Horacio Siriani, un estudiante de Cruz del Eje, poco antes de que lo mataran. Siriani está considerado aquí como el primer asesinado en la D2. Y los abogados que se atrevieron a defenderlo, Miguel Hugo Vaca Narvaja (h) y Enrique Asbert, fueron secuestrados en agosto de ese mismo año, y encarcelados. De ellos, sólo Asbert sobrevivió.

¿Qué pueden añadir el teatro?

Quizás en el teatro tengamos la posibilidad de recuperar la densa gravedad del sentido. Esa gravedad que nos hace responsables del mundo. “Desde el altillo, historia de un exilio”, se inscribe en esta línea y nos convoca, con la convicción de que siempre hay detalles que agregar y la historia se hace más profunda, extensa.