“La Perla” fue uno de los Centros Clandestino de Detención Tortura y Exterminio (CCDTyE) más grandes dentro del aparato represivo que comandaba el III Cuerpo de Ejército. Este CCDTyE funcionó desde el 24 de marzo de 1976, hasta fines de 1978, momento que se convirtió en guarnición militar y espacio de entrenamiento para paracaidistas y soldados conscriptos. Se calcula que por “La Perla” pasaron más de 2300 personas, la mayoría aún continúan desaparecidas. Gran parte de lo que conocemos sobre el funcionamiento de este Campo de Concentración es gracias al testimonio de los sobrevivientes. En la jerga cínica de los represores, también fue conocida como “la universidad”, por sus dimensiones y para diferenciarla de “la escuelita”, tal como se referían al “Campo de La Ribera” y a “La Perla Chica”.
Estructura represiva estatal en Córdoba
La red represiva se configuró a partir de la articulación entre Centros Clandestinos de Detección - como La Perla, Campo de la Ribera y el D2, entre otros - junto con otras dependencias policiales y militares y otros sitios de la ciudad que transitoriamente cumplieron ese fin. Este circuito se completaba con las cárceles tanto de Córdoba como del resto del país, y con los más de 500 CCD abiertos en Argentina.
Dentro de esta red el Destacamento de Inteligencia 141 “General Irribarren" era la central de "inteligencia" que concentraba toda la información, donde se procesaba todo el trabajo de inteligencia realizado por los militares en nuestra provincia y se coordinaban las acciones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Circuito de la represión
El III Cuerpo de Ejército se instituyó como la autoridad máxima de la represión en la región, ejerciendo el control sobre 10 provincias, y estaba bajo la responsabilidad del Gral. Luciano Benjamín Menéndez. Bajo su mando funcionaba el Destacamento de Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”-donde actualmente se emplaza la “Ciudad de las Artes”-, una pieza fundamental de la estructura de la represión en Córdoba. Allí se concentraba toda la información, se procesaba todo el trabajo de inteligencia realizado por los militares en nuestra provincia y se coordinaban las acciones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. De este "cerebro" de la represión dependían cuatro secciones: Política (dedicada a la inteligencia); Calle (abocada a seguimientos, escuchas e infiltraciones); Operaciones Especiales (OP3) (que tenía base y administraba el CCD “La Perla”) y Logística (que proveía todo tipo de material para el funcionamiento necesario del accionar represivo y clandestino).
Un aspecto que se profundizó a partir del golpe de Estado es la coordinación entre los diversos organismos de Inteligencia tanto de las fuerzas de Defensa como de las fuerzas de Seguridad, en las reuniones secretas y reservadas de la “Comunidad Informativa de Inteligencia”, encargada de recopilar información, producir secuestros, llevar a las personas a los diversos Centros Clandestinos que se erigieron en nuestra provincia para torturar, acumular más información y alimentar de este modo la maquinaria de horror y exterminio.
Se configuró una red represiva a partir de la cual se detenía ilegalmente, se secuestraba, se torturaba para extraer información, se fusilaba y se desaparecían los cuerpos. Una red que articulaba Centros Clandestinos de Detección con otras dependencias, muchas de ellas oficiales e instituciones legales. Un ejemplo de ello, son las cárceles del Servicio Penitenciario de Córdoba y del resto del país, que sirvieron para legalizar a muchos de los desaparecidos. En algunas oportunidades, también, fueron extraídos presos que estaban “legalizados”, para ser asesinados, generalmente, en enfrentamientos fraguados. Los cuerpos, de muchas de las víctimas, pasaron por el Hospital Militar, la Morgue Judicial y el Cementerio de San Vicente. Del mismo modo muchas de las comisarías de la capital y del interior provincial, como las de localidades de Unquillo y Salsipuedes, fueron utilizadas para albergar y desaparecer detenidos. Este circuito se completaba con los más de 500 Centros Clandestinos de Detención abiertos en Argentina.
Centros Clandestinos de Detención en Córdoba
Como ha quedado probado desde el juicio a las Juntas, en los documentos secretos de la represión, los más de 500 Centros Clandestinos de Detención utilizados en todo el país, eran llamados eufemísticamente en la jerga militar como “Lugar de Reunión de Detenidos” (LRD).
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